La medicina alternativa es un término referido a todos los tratamientos y terapias que podrían tener los mismos efectos terapéuticos que la medicina convencional pero que en su mayoría no se basan en evidencias obtenidas utilizando el método científico. Dicho de manera resumida, tratamientos no invasivos y sin medicamentos con productos químicos. En este post voy a hablar de uno de de los tipos de medicina alternativa que más me ha llamado la atención, la denominada cirugía psíquica.
Esta técnica, muy popular desde mediados de 1960 hasta mediados de 1970, consiste en una curación por fe haciendo uso del viejo juego de manos para lograr un ``milagro´´. Los cirujanos psíquicos que llevan estas operaciones a cabo, dicen ser capaces de insertar sus manos en el cuerpo del paciente sin dejar rastro de incisión alguna y eliminando tejido muerto y enfermo. Para darle a esto más realismo, el supuesto cirujano hace aparecer un charco de sangre mientras ejecuta la operación, además de extraer del cuerpo lo que afirma que es la causa de la enfermedad o el malestar. Éste ``tumor´´ podría tratarse perfectamente de vísceras de animales o de simples trozos de carne, es difícil asegurar la procedencia de éstos ya que son quemados inmediatamente quemados para ser ``purificados´´.
Aunque hay gente que defiende que éstas intervenciones funcionan, yo personalmente tengo una visión muy escéptica del tema. Me parece que es todo un teatro para aparentar y que la mejora que puede notar el paciente es simplemente el resultado de la imaginación del mismo (efecto placebo). Esto, además de ser un engaño puede resultar peligroso para la persona tratada, ya que está utilizando técnicas para su sanación que difícilmente van a dar algún resultado positivo, mientras que la cirugía convencional podría aportar técnicas científicamente demostradas para tratar la enfermedad.
En resumen la apariencia de que los remedios alternativos funcionan se debe en buena parte al efecto placebo, por el cual los síntomas pueden mejorar con una sustancia inocua. ``Todas las enfermedades tienen un importante componente psicológico y solo por el hecho de saber que se está tratando ya se puede sentir una mejoría. pero, también puede implicar un agravante y empeorar. Muchas enfermedades y molestias siguen procesos cíclicos en su progreso y en su remisión, y cuando alguien va al curandero puede pensar que ha mejorado cuando en realidad está en la última parte del ciclo´´ razona José Miguel Mulet, autor del libro Medicina sin engaños. Es por esto que no defiendo este tipo de medicina, y que si tuviera que escoger entre un tipo u otro de tratamiento me inclinaría, sin dudarlo, por la medicina convencional.