Cuando nos preguntamos sobre la vida en el futuro y cómo habrán cambiado las cosas dentro de unos siglos, normalmente nos vienen a la cabeza imágenes de coches voladores, humanos casi irreconocibles y muy avanzados o naves espaciales recorriendo la galaxia. Pero no no hace falta irnos a un futuro tan lejano para percibir cambios, por extraño que parezca, nuestra sociedad avanza a pasos agigantados en comparación con décadas anteriores, por lo que es de esperar que para dentro de unos escasos 30 años, muchas cosas hayan cambiado o avanzado. En esta entrada voy a explicar tres de las predicciones más interesantes y plausibles para el año 2050 .
1. La esperanza de vida llegará a los 120 años: según diversos expertos, para este año habremos desarrollado una medicina más preventiva y personalizada que se beneficiará de avances en genética y robótica. Expertos como María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, afirman que avances como la mejora del diagnóstico temprano del cáncer y su tratamiento, la investigación genética, la inteligencia artificial o los exoesqueletos mejorarán notablemente nuestra calidad de vida.
2. Prótesis avanzadas: se calcula que en los próximos años, la tecnología y la medicina habrán evolucionado tanto que será posible darle a la gente prótesis que permitan realizar actividades que nunca ates habían podido hacer. Un ejemplo de esto en la actualidad es la de James Young, un joven científico de Londres, que tiene una prótesis de brazo completa que incluso cuenta con un dron personal.
3.Exoesqueletos: en los próximos años podremos ver trajes exoesqueletos que le darán a la gente habilidades sobrehumanas. Esta idea, aunque parezca sacada se una película de ciencia ficción o un videojuego, no es tan descabellada. Un ejemplo en la actualidad que se aproxima bastante a lo que podríamos esperar en un futuro, es el traje exoesqueleto creado por la empresa Hyundai, el cual permite a una persona levantar objetos de gran peso fácilmente y transportarlos de un laso a otro.
Aunque todos estos avances podrían suponer una revolución en diversos campos y mejorar muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, hay aún una infinidad de cosas que plantear antes de llegar allí, tales como la regulación de las mismas para su uso responsable o los impactos en la sociedad, ya que, a pesar de trabajar con tecnologías cada vez más perfectas, seguimos siendo tan humanos como hace siglos, y como tales, seguimos cometiendo errores y teniendo nuestros defectos.