domingo, 11 de marzo de 2018

¿Qué esperamos del futuro?

El futuro del ser humano es un tema al que todos hemos dado vueltas alguna vez. Pensar en la manera en la que evolucionaremos y cómo cambiará nuestro entorno y costumbres es algo tan misterioso como aterrador. En esta entrada me voy a centrar en una serie de cambios que son considerados posibles dentro de varias generaciones. 

El primer punto a destacar es la altura. Muchos científicos creen que este es un aspecto que ha ido en aumento desde los primeros seres humanos, que rondaban el metro sesenta. También debemos tener en cuenta que la estatura media ha sufrido un aumento considerable durante la última década, con una cifra de 10 centímetros totales. Debido a la dieta actual en muchos países desarrollados y a que ésta es cada vez más asequible, se prevé que esta tendencia continúe en los próximos siglos.

También es importante hablar de uno de los problemas del primer mundo en la actualidad, la obesidad. Estudios llevados a cabo recientemente aportan visiones no muy positivas respecto al tema. No solamente esto, sino que además estiman que para 2030 la mitad de la población de EEUU será obesa. Otro informe publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico indica que la tasa de obesidad se ha duplicado en las últimas dos décadas. Desafortunadamente, los investigadores alertan de que esta tendencia no tiene indicios de interrupción.

Finalmente voy a hablar sobre el futuro sistema inmunológico del ser humano, el cual se cree que será más débil que el actual y más susceptible a los agentes patógenos. Los científicos creen que el responsable de estos cambios serán las nuevas tecnologías médicas y los antibióticos, que volverán al organismo "más perezoso".

Por suerte o por desgracia, el ser humano actual no tiene los medios para saber con certeza si esto se cumplirá en el futuro o no. Por ahora sólo podemos especular y esperar que las generaciones venideras puedan disfrutar de buenos cambios y adaptaciones.



viernes, 2 de marzo de 2018

Mortandad y servicio sanitario

Vivimos en una sociedad en la que siempre tendemos a estar descontentos con algo y a ser excesivamente exigentes en diversos ámbitos, es por esto que cuando destacamos en algo positivamente debemos darle el reconocimiento que se merece. España ocupa el segundo puesto en la lista de países con mayor esperanza de vida del mundo. Con una media de 83 años, solo superada por Japón, que encabeza esta lista con una cifra de 84.

Hay diversos factores que afectan la esperanza de vida de un país, según un estudio realizado por la OMS (Organización Mundial de la Salud), la malnutrición infantil, el sexo no seguro, la falta de agua potable y saneamiento, el consumo de alcohol y la tensión alta son los factores responsables de un cuarto de los 60 millones de fallecimientos que ocurren anualmente en el mundo.  Si bien algunos de estos factores están más relacionados con problemas del primer mundo, tales como el consumo de alcohol o la tensión alta, otros son grandes problemas en países en vías de desarrollo, como la malnutrición infantil o la falta de agua potable. Ya que este tema es demasiado extenso para un post, simplemente me voy a centra en España y a explicar a que debemos en gran medida nuestra alta esperanza de vida, nuestro sistema sanitario.

España ocupa el octavo puesto en cuanto a países con mejor sanidad. Obtiene un total de 90 puntos sobre 100 en una lista que estudia la tasa de mortalidad producida por 32 enfermedades combatibles mediante una adecuada atención médica. De entre las enfermedades tratadas, el tétanos, el sarampión y la difteria cuentan con las máximas puntuaciones posibles. Aunque obtienen puntuaciones más bajas en cuanto a otras enfermedades tales como la leucemia o las enfermedades biliares, con  66 y 74  puntos respectivamente.

Es gracias a este sistema sanitario, que tenemos una elevada esperanza de vida, ya que nuestros métodos, instrumentos y profesionales de la sanidad facilitan  un correcto tratamiento de enfermedades y un rápido diagnóstico de las mismas.