En el transcurso de nuestro día todos oímos noticias sobe diversos problemas en el mundo tales como el calentamiento global, el cambio climático, la extinción de especies o la deforestación. De hecho, esto se ha vuelto algo tan común que se ha llegado a producir un efecto de`despreocupación general ´ en nuestra sociedad. Así es, al parecer nos hemos vuelto inmunes a toda estas serie de advertencias sobre el daño que estamos causando. Una gran mayoría de nosotros, yo incluida, preferimos llenarnos la cabeza con otro tipo de preocupaciones ya que toda esta serie de problemas se ven tan lejanos...
Bueno, pues si nos paramos a pensar un momento nos daremos cuenta de lo muy equivocados que estamos y de las fatales consecuencias que esto está teniendo, no en un futuro no, ahora. Debido a nuestra indiferencia, estamos destruyendo nuestro propio planeta a un ritmo realmente preocupante. Acabamos con otras especies por capricho satisfacción propia, generamos cantidades abismales de residuos o ensuciamos ríos y océanos, los cuales, por cierto, llevan en este planeta millones de años y han pasado por un gran número de acontecimientos en la historia de este pequeño punto en el universo. Nosotros formamos una ínfima parte de toda la historia de la Tierra, y sin embargo hemos hecho tanto daño... Nos creemos superiores que cualquier otra cosa y nuestro carácter muchas veces egoísta nos lleva a nos preocuparnos únicamente de nosotros mismos.
En conclusión, debemos cuidar este planeta así como todas las especies que lo habitan, ya que no somos superiores ni tenemos derecho a hacer uso de todo a nuestro alrededor como recursos para nuestra comodidad. Protejamos el único hogar que ha conocido la especie humana, este pequeño punto perdido en una inmensidad desconocida.